martes, 17 de marzo de 2015

La "oscuridad digital"

Creo que cada día es más difícil que volvamos a tener una enorme pérdida como el incendio de la biblioteca de Alejandría.
Aun cuando sea más que obvio que si se incendiaran la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos o la Biblioteca Británica con sus enormes acervos de libros y documentos serían una tragedia, como lo fue para México el incendio de la Cineteca Nacional (un descuido más de la corrupta e inepta burocracia que tenemos el horror de padecer), afortunadamente a los libros no les da por agarrar fuego por sí mismos como al acetato. Reconozco que serían una tragedia, sin embargo, gracias a la piratería, cada día tenemos millones y millones de documentos en millones de computadoras. Aparte de que es poco probable que se incendie alguna de las grandes bibliiotecas del mundo (Quiero suponer que a cargo de ellas están gentes que aman a los libros y no parientes de políticos como en México)
Cuando leí la nota sobre la era oscuridad digital, recordé los cientos de audiocassetes que tengo y cuya música o grabaciones difícilmente podré volver a escuchar jamás, los cientos de cassettes de video VHS y Betamax que aún guardo, las pocas películas de 8 y súper 8 mm y más recientemente los miles de archivos de Word, Perfect Point, PDF e imágenes que guardé en los discos de 3.5”  (muchos los respaldé en disco duro y algunos en CD’s, algunos discos duros ya no los puedo volver a ver porque no tengo más que nada el tiempo para revisar qué es lo salvable de esos archivos) pero cada día nos maravillamos con lo que los inventores nos ofrecen. Me acuerdo del disco de 30 megabytes, ¿o eran nada más 30 megabits? de Tabamex. Era una supercazuela, creo que alrededor de 60 centímetros de diámetro y 15 centímetros de alta. En el bolsillo de mi camisa traigo una memoria micro SD de 32 gigabytes, es decir 32,000 megas, como si trajera mil discos de esos en una memoria del tamaño de algunas de las uñas de mi mano. Y acabo de ver una memoria que vale algo así como $1,900.00 MN, pero tiene una capacidad cuatro veces mayor.  En esta memoria cabe la información de 85,000 diskettes de 3.5”. Yo cargo la información de 21,333. ¿Por qué tendríamos que perder información?  Creo que solo perderemos la que queremos perder, como perdemos en nuestra memoria recuerdos intrascendentes o no tan importante como los que guardamos para siempre.



https://www.youtube.com/watch?v=WRzYobkapSE

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