Hay quienes dicen, sin leer todas las
notas, que Peña Nieto recibió las mansiones en Lomas, a cambio de la licitación
del tren a Querétaro, cuando además ésta, se canceló.
Recibió las mansiones porque como
gobernador le dieron a la constructora Higa obras por entre ocho y treinta y seis mil
millones de pesos. El módico 10% (usualmente se cobra más del 10) serían de $800’000,000
a $3,600’000,000 (entre ochocientos y tres mil seiscientos millones de pesos),
así que la casa debe ser solo la punta del iceberg, y que debe haber otras
casas e incluso parte del dinero de Monex y Soriana con lo que compró la
Presidencia. ¿Y saben para qué la compró, aparte de vender a PEMEX, la CFE, sus
fibras ópticas, las playas y todo lo que alcance a vender? Para robar a manos
llenas.
Del tren a Querétaro le tira a cinco o
seis mil millones de pesos cuando menos y del aeropuerto nuevo a más de
dieciséis mil millones de devaluados, claro pagaderos en dólares, casas o
euros, no en bilimbiques.
En el PRIAN, en materia de robos, no se
detienen ante nada: se avisan con tiempo las devaluaciones y si la devaluación
que nos empobrece a todos los mexicanos, iba a ser del 15 o 20%, la hacen del
30, del 40 y más para robar más y mejor.
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