Si alguien entra al Blog de Yoani Sánchez, se encuentra a una
mujer claramente inteligente y un poco instruida, seguramente obra de la propia
Revolución, porque no creo que haya estudiado en Estados Unidos o en Europa.
Lydia Cacho, como supongo algunas otras personas en México, que
son anticastristas por la influencia de los medios corruptos al servicio de las
transnacionales, se molestó porque detuvieron al esposo de Yoani Sánchez.
¿Qué es lo que se debate entre Cuba y los Estados Unidos? Algo
muy sencillo: la independencia, la soberanía de ese país, de ese pueblo, la
soberanía económica, el derecho a beneficiarse primero ellos y solo ellos de lo
que la naturaleza o Dios si así lo quieren ver los creyentes, les haya dado.
Como nosotros los mexicanos tenemos derecho a beneficiarnos y gozar de nuestras
tierras, ríos, lagunas, bosques, minas, petróleo, playas, montañas y desiertos:
los gringos no le dan a nadie lo que la naturaleza les dio, ¿por qué nosotros
se los hemos de regalar?
Espero que Lydia Cacho entienda que los que están regalando
nuestros recursos mineros, el petróleo, el agua de las presas, las playas y los
lugares más bellos del país a un puñado de extranjeros son los mismos que por
su infinita corrupción han engordado a unos empresarios corruptos, ladrones e
insaciables; a los pederastas; a los jueces que los exoneran; a las autoridades
que los protegen y encubren y que vienen en paquete, no se pueden separar los
que venden al país, de los que se hacen de la vista gorda ante los criminales,
narcotraficantes y empresarios devenidos en pederastas.
¿Acaso Yoani Sánchez les cae bien a las transnacionales? Creo
que no. Lo que pasa es que las transnacionales tienen que elegir entre lo que
es más malo para ellas, los Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Correa o Mujica y
Lula, Cristina Kirshner o en México, entre López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas,
Marcelo Ebrard o Miguel Mancera. No es que Cárdenas o Mancera les caigan bien,
les caen menos mal o tal vez igual de mal, pero los utilizan como arma contra
su más grande enemigo, López Obrador, porque no se deja corromper y eso es
peligroso para ellos.
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